Al no marcar límites claros, enseñas a los demás –y a ti mismo– que ciertas conductas o situaciones son aceptables, aunque te incomoden o te perjudiquen.

Cada vez que permites algo que va en contra de tus principios o tu bienestar, abres la puerta para que se repita.
Establecer límites no es solo una cuestión de firmeza, sino de respeto hacia uno mismo."...

No hay comentarios:
Publicar un comentario