Construye puentes de comunicación fuertes y sólidos entre tú y las personas con quienes te toca compartir tu camino.
Tal vez hoy les puedas servir...
Y quizás mañana necesites de ellos.
Acompaña a quien sufre el fracaso para animarlo a rehacer su camino; y refuerza, con sinceros aplausos, cada etapa que cada uno de los demás va superando y logrando, de eso se trata de vida y sobre todo de las buenas personas.
Sé generoso en la aprobación y en el aplauso; limita y reduce tu instinto de crítica.
Sólo así honraremos nuestra hombría de bien.
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