Fue la primera gran conferencia que se organizó para discutir sobre el estado del ambiente, en un contexto en el que las problemáticas ambientales empezaban a visibilizarse cada vez con mayor evidencia.
Este evento generó una conciencia política sobre el ambiente y dio inicio a una serie de conferencias y cumbres ambientales a nivel internacional, regional y nacional.
En esta conferencia participaron muchísimas personas, representantes y jefes de estado de 113 países, miembros de organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, quienes aprobaron —entre otras cosas— la Declaración de Estocolmo de 1972 que reúne 26 principios, un plan de acción con recomendaciones y políticas tendientes a la mejorar de la relación entre la sociedad, la naturaleza y el desarrollo.
En lo referido a la educación, el Principio 19 de la Declaración de Estocolmo expresa que la educación en cuestiones ambientales es una labor indispensable y tiene que estar dirigida tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos. Y agrega, es también esencial que los medios de comunicación difundan información de carácter educativo sobre la necesidad de proteger y mejorar el ambiente, a fin de que todos y todas podamos desarrollarnos plenamente.

¿Sabías que el ambiente sano y la educación ambiental constituyen un derecho?
Nuestra Constitución Nacional, en su Art. 41, declara al ambiente sano y la educación ambiental como un derecho:
«Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo.
Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales».
La Ley General del Ambiente (N° 25675) en su Art. 14 y la Ley de Educación Nacional (N° 26206) en su Art. 89 lo ratifican y definen a la educación ambiental como un proceso continuo y permanente que promueve «valores, comportamiento y actitudes acordes con un ambiente equilibrado y la protección de la diversidad biológica; que propendan a la preservación de los recursos naturales y su utilización sostenible, y mejoren la calidad de vida de la población».
El ambiente es nuestro medio de vida. Nuestro territorio. El lugar que habitamos cotidianamente. Somos nosotros, en nuestra comunidad. Es el modo de ser y estar en el mundo.
Son nuestros pequeños y grandes sueños. La manera en que nos vinculamos con la naturaleza y con las personas. El ambiente es una construcción, una conquista, un derecho. Son nuestros proyectos.
El ambiente es nuestro presente y nuestro futuro.
¿Qué acciones podemos hacer para promoverlo?
Separación en origen
Reutilización de materiales de descarte
Armado de compost.
Aprovechamiento y siembra de semillas
Armado de huerta agroecológica, en tierra o en macetas.
Uso racional de los recursos (agua, energía, etc.)
Consumo consciente y responsable.
Alimentación saludable
Respeto y cuidado por la vida
Participación ciudadana.
El ambiente sano y diverso es un derecho de todos. Cuidémoslo.

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