sábado, 18 de febrero de 2012

Leyes inexorables de la vida

Estas son las leyes inexorables de la vida, algo un poco parecidas a las leyes de Murphy; espero que te hagan reir un poquito y aporten algo de alegría a tu fin de semana.

Cuando necesites abrir una puerta con la única mano libre, la llave estará en el bolsillo opuesto.
La única vez que la puerta se cierra sola es cuando has dejado las llaves dentro.
Cuando tengas las manos llenas de grasa, te comenzará a picar la nariz.
Cuando las cosas parecen ir mejor, es que has pasado algo por alto.
Si mantienes la calma cuando todos pierden la cabeza, sin duda es que no has captado la gravedad del problema.
Los problemas ni se crean, ni se resuelven, sólo se transforman.
Llegarás corriendo al teléfono justo a tiempo para oír como cuelgan.
Si sólo hay dos programas en la tele que valgan la pena ver, serán a la misma hora.
La probabilidad de que te manches comiendo, es directamente proporcional a la necesidad que tengas de estar limpio.
Todo cuerpo sumergido en la bañera hará sonar el teléfono.
Todo cuerpo sentado en el inodoro hará sonar el timbre de la puerta.
La velocidad del viento aumenta proporcionalmente al precio del peinado.
Cuando tras años de haber guardado una cosa sin usarla decides tirarla, no pasará más de una semana antes de que la necesites de verdad.
Siempre que llegues puntual a una cita no habrá nadie allí para comprobarlo, y si por el contrario llegas tarde, todo el mundo habrá llegado antes que tú.
No te tomes tan en serio la vida, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella.
Desconozco autor.

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