domingo, 19 de febrero de 2012

No dejes de vivir aunque tengas que sufrir

Como el rosal podado en el otoño,
no te desangres llorando la savia por tus heridas.
Guárdala para retoñar en primavera y verás multiplicada tu alegría, cuando veas que son más las rosas que las ramas perdidas!


Como el río que corre con sus aguas hacia el mar y se da contra el paredón de un dique, no te des por vencido!
Deja que tus aguas se acumulen con paciencia,
hasta que pueda saltar el murallón y seguir corriendo!

FUENTE: TROSSERO, René J.:
Fragmentos del libro: `No dejes de vivir, aunque tengas que sufrir'

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