miércoles, 13 de marzo de 2013

14 de Marzo: Día de las Escuelas de Frontera

Día de las Escuelas de Fronteras El 14 de Marzo se estableció como el Día de las Escuelas de Frontera, a través de la promulgación de la Ley 19524, sancionada en 1972. Con esta herramienta se buscó proteger a estas escuelas, y garantizar que ningún argentino deje de asistir a clase por más alejado e inhóspito que sea el lugar en que habite. En la actualidad existen aproximadamente unas once mil escuelas en zonas aisladas y de frontera, las cuales cumplen una tarea fundamental para la conformación del Estado y la Ciudadanía. Photobucket  

En general estas escuelas cuentan con un solo maestro o maestra a cargo de todos los grados, quienes no sólo enseñan a leer y escribir, sino también a trabajar la tierra y a criar animales, les brindan la alimentación básica a los niños -que en muchos casos es la única que pueden recibir- y pasan allí todo el día. Es muy común que queden al cuidado de los niños días enteros, ya que viven tan lejos que infinidad de veces las condiciones climáticas obligan a los pequeños a pernoctar y hasta a pasar temporadas enteras sin poder regresar, y cuando regresan lo hacen con gran sacrificio, a caballo, a lomo de mula, en burro ó a pié. El establecimiento de este día y su recordación son una obligación moral para toda la sociedad civil, ya que su simple conmemoración ayuda a sembrar conciencia sobre esta problemática, y permite alimentar la virtud de la generosidad y el compromiso. Muchas veces la falta de cercanía no nos permite visualizar las dificultades a las que a diario se ven sometidas por sus propias geografías, además del olvido que frecuentemente les dispensan los entes gubernamentales. En la Argentina hay millones de chicos que cada mañana viajan un promedio de 30 minutos en el micro escolar o en colectivos de línea para ir a la escuela. Otros tantos se suben a su bicicleta o caminan unos 5 ó 10 minutos con el mismo objetivo. Y algunos otros se suben todavía un poco dormidos al auto de sus padres, que los llevan hasta el colegio. En alguna de estas situaciones cuadra la realidad de la gran mayoría de los alumnos de nuestro país, donde la educación primaria es obligatoria, y suele impartirse en escuelas de jornada simple o completa. Sin embargo, existe también esta otra realidad paralela, menos usual, menos conocida, pero igual de real, en la que cientos de miles de niños argentinos concurren todos los días a diferentes tipos de escuelas no convencionales, como por ejemplo: Escuelas Hogares: para niños en edad escolar pertenecientes a familias con graves problemas socio-económicos, que reciben educación integral en régimen de internado. Escuelas Hospitalarias: destinadas a niños que permanecen internados en hospitales, para mantenerles la escolaridad. Escuelas Domiciliarias: se dictan clases en hogares de niños y adolescentes con problemas físicos (transitorios o permanentes) que les impiden la concurrencia a la escuela. Escuelas de Frontera: pertenecen a la jurisdicción provincial y su propósito es el desarrollo, promoción prioritaria e integración plena de esas jurisdicciones a la vida nacional, según establece la Ley Nº 19.524. Precisamente, el “Día de las Escuelas de Frontera” fue instituido para proteger y desarrollar las escuelas en zonas y áreas de frontera. A lo largo de las extensas fronteras de nuestro país (9.376 kilómetros) existen alrededor de 11.000 escuelas (contemplando no sólo aquellas ubicadas estrictamente en zonas fronterizas, sino haciendo extensiva la consideración a un área un poco más amplia, incluyendo las llamadas escuelas rurales -que en todos los casos están alejadas de zonas urbanas-). Estos establecimientos educativos suelen estar en zonas aisladas y de acceso un tanto complicado, y muchos de los alumnos que concurren a ellos deben recorrer enormes distancias, todos los días, para poder acceder a su educación básica. Es justo destacar que estas escuelas difícilmente podrían subsistir sin la profunda vocación y el enorme cariño de los docentes, que en muchos casos más que maestros parecen los padres de sus alumnos, y se encargan de todas las tareas y necesidades de la vida en los establecimientos: comidas, vestimenta, útiles, mantenimiento, salud. Y ellos pasan carencias, dificultades e incomodidades a las que no estamos acostumbrados los habitantes de las grandes urbes. Como correlato es justo destacar que también en Argentina existen muchas acciones individuales y organizaciones solidarias para con estas escuelas, entre las que se destaca la Asociación de Padrinos de Alumnos y Escuelas Rurales, APAER.
Fuente http://universalmedios.com.ar/sitios/?p=48578 Photobucket

No hay comentarios:

Publicar un comentario