Vale quebrarse, desahogar la tristeza en lágrimas, limpiar las heridas y ordenar el caos que llevamos dentro.
Tocar fondo no siempre es malo si aprendemos de ello, caer no es rendirse, a veces es necesario ver la vida desde abajo, desde otra perspectiva, para levantarnos y caminar más precavidos por la vida.

En ocasiones es necesario aislarse del mundo, vivir como ermitaño emocionalmente para volver a reconstruir.
Perdonarnos, abrazarnos, dedicarnos tiempo, buscar en nosotros el amor que hemos perdido, porque al final, nosotros seremos nuestros propios héroes, porque nadie vendrá a rescatarnos.
-Héctor Gerardo

No hay comentarios:
Publicar un comentario