domingo, 18 de agosto de 2019

Olga Cossettini, una maestra que cambió la escuela

La educadora rosarina transformó la educación tradicional de la primera mitad del siglo XX en la Argentina.

Transcurrieron más de ocho décadas, y el modelo de escuela ideado por la rosarina Olga Cossettini conserva su valor original y más. Su propuesta de considerar a la educación desde un sentido amplio e innovador, priorizando la experiencia y la solidaridad, consiguió conformar uno de los proyectos de enseñanza que marcaron a la educación argentina del siglo XX.

Quebrar la barrera del enciclopedismo que proponía la escuela tradicional y pensar que los niños podían aprender saberes más allá de los métodos clásicos, fomentando las libertades y la imaginación, fue uno de sus objetivos como docente que dejó plasmado para la inmortalidad en su libro La escuela viva, de 1945.

Maestra de maestras / Olga por educadoras

MARIANA DAMATO, maestra de las primarias 28 y 50 de la ciudad de Necochea:

“Por estos días quiero hacer referencia a Olga, una colega a la que siento cerca y con la que comparto su legado: ese espíritu de innovar, de probar experiencias nuevas, de hacer de la escuela una escuela nueva, viva. Una escuela que siga latiendo a pesar de todo, donde se trabaje con entusiasmo, con pasión, a la par de los compañeros y con el sólo objetivo de brindarles a los alumnos una escuela viva.

Así como Olga pensó en transformar la educación, siento que todas las mujeres, cada una desde su rol debemos apostar también, arriesgarnos, sabiendo que siempre lo que hacemos con pasión dará buenos resultados”.

VERÓNICA BUSTOS, maestra de la Primaria 26 de Saladillo:

“Olga y Leticia supieron innovar, rompiendo los paradigmas impuestos de la época, y apostaron a romper las barreras de las desigualdades generando la articulación entre la estética y la pedagogía. El niño artista era el eje; la posibilidad expresiva, el motor. La experiencia derrumbó bloques horarios, cuadrículas por materia, los márgenes y los renglones, el límite entre la escuela y la comunidad.

En la propuesta pedagógica que ellas realizaron hay una continuidad, entre el arte y la ciencia. Se ve en los cuadernos porque era el modo en que se planteaban las actividades. Así, en los paseos que realizaban por el barrio, la observación era una clara actividad de enseñanza, se recogían algunos materiales y se dibujaba. Todo tenía una articulación.

La ciencia estaba presente con continuidad porque ellas planteaban una integración de los lenguajes en los trabajos cotidianos”.

SANDRA LESTARPE, directora de la Primaria 62 de Saladillo:

“Olga y Leticia Cossettini mujeres educadoras de honda vocación y espíritu sensible. Vanguardistas, desafiaron los límites de su tiempo y propusieron a los niños que transitaron sus aulas, la experiencia vital del aprendizaje. El cuerpo se volvió instrumento de conocimiento y la multiplicidad de sensaciones les posibilitó sentir, saber y conocer con la intensidad de un genuino aprender.

Hoy, volvemos a esta genuina experiencia educadora, para sentir que es posible que la escuela se vuelva espacio en donde la niñez construya un proyecto de vida sensible y superador. Así lo testimonian cada uno de los que fueron partícipes de la Escuela de la señorita Olga”.

MARÍA MÓNICA GENIZ, ex directora de la Escuela Padre Respuela de Junín:

“Muchas de las experiencias pedagógicas que aplicaba Olga están presentes en las aulas de hoy y siguen sosteniendo los mismos principios de aquellas aulas: respeto por la personalidad infantil, eliminación de las fronteras entre la escuela y la comunidad, la educación como un hecho social, rechazo de toda forma de discriminación, igualdad en la consideración a los niños de diversa procedencia y a los colegas, entre otros.

Pienso en lo difícil que son los cambios de paradigma y me pregunto cómo habrá reaccionado la comunidad frente a las innovaciones promovidas por Olga y su hermana Leticia en el marco de las teorías de la Nueva Escuela o Escuela Activa. Pero nada obstaculiza cuando hay saber, convicción y firmeza en la toma de decisiones.”

Una maestra transformadora

La maestra santafesina transformó los formatos ortodoxos de la educación potenciando la estimulación y la creatividad de los niños. Fue pionera de que los estudiantes tengan un contacto con la naturaleza e impulsó las famosas excursiones a parques y plazas. Su hermana, Leticia Cossettini, fue clave en la aplicación de esa práctica educativa y aportó el arte (coro, teatro, títeres, danza, poesía y música) a la nueva Escuela que pensó Olga.

Cossettini nació el 18 de agosto de 1898 en San Jorge, provincia de Santa Fe. Se recibió de maestra en Coronda. En 1930, asumió la Regencia de la Escuela Normal “Domingo de Oro” de Rafaela. Allí estuvo hasta 1935, donde consolidó sus principios pedagógicos. Olga murió a los 98 años, en 1997, en la misma vivienda del barrio Alberdi que actualmente es un museo y un centro cultural.
http://www.abc.gov.ar/

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