Se trata de una celebración que comienza con la Cuaresma, un tiempo de preparación para la Semana Santa.
Esta celebración tiene una tradición muy rica en la historia.

El elemento principal de esta fecha es la utilización de las cenizas para marcar las frentes de aquellos fieles que acuden a la misa.
Además, otro punto central es el ayuno, evitar las carnes rojas, la abstinencia y la oración.
El Miércoles de Cenizas es un momento para el cristiano para “prepararse dignamente para vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús”.
En este día en particular, el 5 de marzo, este año, no es obligación ir a misa.
Sin embargo, “se recomienda” hacerlo, según la misma fuente.
Allí se estila una misa regular, pero con la imposición de las cenizas frente al altar. Dichos restos de polvo surgen de la incineración de los ramos de olivos de Domingo de Ramos anteriores. Al final del rito, el sacerdote marca las frentes de los fieles que lo deseen con el polvo, como una señal de penitencia, conversión a Cristo y aceptación de la finitud de la vida.
Además, el Miércoles de Ceniza es un día en el que “es obligatorio el ayuno y la abstinencia —como en el Viernes Santo—, para los mayores de 18 años y menores de 60.
Fuera de esos límites es opcional. Ese día los fieles pueden consumir solo una comida ‘fuerte’“, explica la ACI Prensa para los fieles.
Además, la misma Agencia afirma que la abstinencia a comer carnes es obligatoria a partir de los 14 años, al igual que cada viernes de Cuaresma.

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