viernes, 29 de septiembre de 2017

Deja la preocupación



Hay muchas cosas importantes,
pero sólo una es necesaria.
Todos tenemos muchas responsabilidades
y cumplimos muchos roles, pero hay algo
ineludible e indispensable.

De todas las cosas ciertas e importantes
de la vida, hay dos que son ineludibles
y debes prepararte para ellas.
La primera es la muerte:
nadie es inmortal; la Biblia nos dice
que los días del hombre son 70 años
y que los más saludables llegan a los 90 años.
Las personas tensas y preocupadas
seguramente vivirán menos.
Todos moriremos y es necesario
preparar nuestra morada celestial.

La segunda es el destino de lo material:
al mundo has venido desnudo y de la misma
forma te irás de él; al morir nada te llevarás,
todo lo tuyo será indefectiblemente de otros.

Dale tiempo a los problemas y no pienses
en muchos a la vez, ya que no solucionarás
ninguno, y seguramente agregarás uno más.
No niegues ni evadas tus preocupaciones,
si no enfrentas el problema, éste te acosará
todo el tiempo; enuméralos, escríbelos,
concéntrate y ora por su solución.
Si no encuentras la respuesta, dales espacio
en tu agenda para otro momento,
no los lleves a todo lugar y a cada momento.
No les otorgues el tiempo que le debes
a tu familia, a tus amigos y a tu Señor.

Repite una y mil veces lo que el Señor
te dice y no te afanes por los problemas.
Ora buscando en Dios la solución de a ellos
y sé agradecido confiando que Él seguramente
te dará la respuesta y te mostrará el camino.
Pide al Señor sabiduría para identificar lo necesario
e importante y darle a cada cosa su justo lugar.

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