Decide ser feliz ahora mismo
"La felicidad no está en el destino sino en el camino.
La felicidad depende de cómo vives, no de una meta
que persigues. Por eso, decide ser feliz ahora mismo
en medio de los apuros, el dolor y los contratiempos.
No permitas que tu pasado acabe con tu presente
y arruine tu porvenir. No te pierdas el ahora preparando
un futuro que acaso no has de vivir. Lo que necesitas
es valorarte, aceptar la realidad y transformarla
con la paciencia y la cordura del amor.
Atesora suficiente fortaleza para no rendirte y suficiente
confianza para derrotar los temores, Ten fe suficiente
para confiar, amor suficiente para servir, esperanza suficiente
para conquistar tus sueños. Recuerda que lo extraordinario
se esconde en el encanto de lo ordinario cuando haces
todo con amor. Vive abierto al perdón y a los cambios,
sé libre en el desapego, puro en la integridad,
sereno en tu fe. Sé feliz ahora.
Los mejores momentos de tu vida serán aquellos en que vivas
inspirado en el amor a Dios, a ti mismo y a los otros.
Seguramente ya comprobaste que tu felicidad nace de amar
y servir, no de nacer con buena estrella. Y también habrás
aprendido que puedes estar alegre y en paz, aunque enfrentes
serias dificultades. Hay días en los que no te queda ni un asomo
de confianza, pero el sol vuelve a salir y tu ánimo vuelve a crecer.
El secreto está en ser paciente y tolerante, actuar con desapego
y nunca apartarte del Buen Dios. Las derrotas dejan de ser tales
cuando aprendes algo y las penas se aligeran en una perspectiva
de infinito. Con Dios en tu alma puedes encender brasas dormidas,
mirar hacia lo alto y cerrar viejas heridas. Todos somos seres
migratorios y "un día veremos que la muerte no puede robarnos
nada de lo que nuestra alma ganó".
Eres un ser de amor que comete errores y te conviene mirarlos
como enseñanzas en el camino espiritual. Está bien
que te responsabilices de tus actos y enmiendes el mal causado,
pero hazlo con una amorosa compasión.
Perdónate y perdona, descarga los pesos que te hunden,
y mírate a ti mismo y a los otros con humildad y con ternura.
Cuando la Biblia dice que fuimos hechos del barro, nos recuerda
nuestra fragilidad y nos invita a ser humildes.
Pero también nos dice que somos creados a imagen
de Dios y nos pone de presente cuán maravillosos somos.
Tú eres un ser de luz, eres amor, eres paz y armonía.
Ámate mucho, perdónate y vuela en libertad.
Convierte tus límites en alas, vive a Dios en ti
y sé lo que eres: un ángel para todos
y un regalo para el universo.
Gonzalo Gallo González
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