Nadie ve a nadie de verdad, sino a través de los defectos de su propio ego. Esa es la forma en la que todos nos vemos unos a otros en la vida. La vanidad, el miedo, el deseo, la competencia-- todas estas distorsiones dentro de nuestra propia condición del ego deforman nuestra visión de las personas que se relacionan con nosotros. Añade a esas distorsiones de nuestros propios egos las distorsiones correspondientes a los egos de los demás, y observa cuán nublado se vuelve el vidrio a través del cual nos miramos unos a otros. Eso es lo que pasa en casi todas las relaciones que existen excepto cuando se da el raro caso de personas que se aman con una intensidad tal que resulta suficiente para quemar una a una todas esas capas de opacidad y así alcanzar a ver el corazón desnudo de cada uno de los demás.
― Tennessee Williams
Creo que es sano hacer el ejercicio de revisar qué nos sucede con cada persona con la que estamos relacionados, tanto si son parte de nuestra vida cercana e íntima como si son aquellos a quienes no conocemos en absoluto pero que de alguna manera pertenecen a nuestro campo de percepción o influencias.
Nuestra mente funciona a partir de pensamientos, por lo tanto de distorsiones, fantasías y proyecciones. ¿Porqué entonces no abrirnos al espacio libre en el que no estamos prejuzgando ni criticando a los demás e incluso a nosotros mismos?
Cada vez que decimos “yo soy esto”. debido al mundo dual en que nos movemos, estamos afirmando un “yo no soy aquello” y todas esas negaciones son arrinconadas en una bolsa a la que Jung llamó “sombra”.En realidad el problema no está en crear sombra o no crearla, el problema reside en el componente normativo que damos a lo que aceptamos como nuestro y a lo que ponemos en la sombra, es decir a establecer “esto es bueno y lo acepto en mi persona” y “esto es malo y lo relego a la sombra", por lo tanto corro el riesgo de percibir a los demás desde esa distorsión básica. ¿Quién sabe bien qué es y qué no es y por lo tanto quién es el otro?
Fanny Libertun
http://www.psicologiadelacompasion.org/
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