Recordamos a una reconocida escritora y compositora representante de la cultura argentina que deja como legado una intensa obra para la infancia.
María Elena Walsh es sinónimo de literatura infantil, creadora de Manuelita la Tortuga, la Vaca Estudiosa, la hormiga Titina, el adorable elefante Dailan Kifki y una lista interminable de personajes entrañables que pueblan sus canciones y cuentos y que acompañaron a varias generaciones de argentinos desde hace más de 50 años.
Nació en Ramos Mejía, en el oeste del conurbano bonaerense, en febrero de 1930. Publicó su primer libro Otoño imperdonable, cuando tenía 17 años y le faltaba poco para terminar sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes.
En la década del '50 comenzó a escribir sus primeros versos infantiles, que derivarían en una prolífica obra. A lo largo de su carrera publicó más de 40 libros y grabó una veintena de discos. En el catálogo de sus obras imperecederas para el público infantil están Doña Disparate y Bambuco, los libros El reino del revés, Cuentopos de Gulubú, Hecho a mano y Juguemos en el mundo, Tutú Maramba, Zoo Loco, Dailan Kifki y Novios de Antaño.
Tapa de Cuentopos de Gulubú
Pero su obra no se limitaba al universo de los niños. Además de sus trabajos para el público infantil, María Elena Walsh incursionó en el folklore o las canciones para adultos ("Serenata para la tierra de uno", "Como la cigarra"), y también escribió poemas, ensayos, notas periodísticas, y guiones para cine y televisión.
La querida y reconocida María Elena Walsh murió el 10 de enero a los 80 años de edad, pero su obra sin dudas trascenderá su tiempo y perdurará en las voces de niños que seguirán entonando sus canciones e imaginando junto a ella aquellos personajes únicos sentados en un banco de escuela en Humahuaca, viviendo en un Reino del revés o quizás, invitados a tomar el té...
¡Gracias María Elena Walsh por dar tanta luz a nuestra infancia!
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