Para este día de año nuevo
te pido antes que la alegría,
antes que el gozo claro y encendido,
antes que la azucena y que las rosas,
una curiosidad ancha y serena,
un asombro pueril frente a las cosas…

Quiero que ante el afán de mi mirada,
enamorada y pura,
todo tenga un misterio de alborada
que me deslumbre a fuerza de blancura.
Quiero ser el espejo con que el río
convierte en gozo nuevo la ribera:
Quiero asombrarme del estío
y enamorarme de la primavera.
Señor y Padre mío: dame el frescor
de esta pradera llana,
riégame del rocío de tu mejor mañana.
Hazme nuevo, Señor,
y ante el cielo, y los campos y la flor,
haz que mi asombro desvelado diga:
Señor… ésta es la rosa, ésta es la espiga…
¡y esto que llevo dentro es el amor!
José María Pemán (1898-1981)
¡Los mejores deseos!

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