viernes, 20 de octubre de 2017

21 de Octubre: Recordamos a José Hernández

José Hernández fue: Periodista, poeta, militar y político argentino, autor del Martín Fierro que narra el carácter independiente, heroico y sacrificado del gaucho, la obra es considerada como libro nacional de la Argentina.
Nació en la chacra de Pueyrredón, actual partido de San Martín (provincia de Buenos Aires), que hoy es el Museo Histórico José Hernández, el 10 de noviembre de 1834, fecha tomada para la conmemoración del Día de la Tradición.

Se inició como militar en defensa de la autonomía del Estado de Buenos Aires, durante el periodo 1852 -1872 tuvo una gran actividad periodística, enfrentado al predominio de la ciudad de Buenos Aires en la organización de su país. Sostenía que las provincias no debían permanecer ligadas al gobierno de Buenos Aires.

Vivió en Paraná, en Corrientes, Rosario y Montevideo, antes de regresar a Buenos Aires.
Participó en la rebelión federas dirigida por Ricardo López Jordán. Con la derrota de los gauchos en 1871, Hernández debió exiliarse en Brasil.

En 1872 regresó al país continuando su lucha a través del periodismo. Publicó la primera parte de El gaucho Martín Fierro,narra el carácter independiente, heroico y sacrificado del gaucho. El poema es, en parte, una protesta en contra de la política del presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento de reclutar forzosamente a los gauchos para ir a la frontera contra el indio. A través de su poesía consiguió gran eco para sus propuestas y la más valiosa contribución a la causa de los gauchos. La continuación de la obra, La vuelta de Martín Fierro (1879), en conjunto, forman un poema épico popular. Ambos libros han sido considerados como libro nacional de la Argentina y, son la obra cumbre de la literatura gauchesca argentina.

Desempeño los cargos de diputado y senador de la provincia de Buenos Aires. Ocupando este último cargo, defendió la federalización de Buenos Aires en un memorable discurso, enfrentándose a Leandro N. Alem.

Fuente: Argentina.ar

A otros les brotan las coplas
como agua de manantial;
pues a mí me pasa igual;
aunque las mías nada valen,
de la boca se me salen
como ovejas de corral.

Que en puertiando la primera,
ya la siguen los demás,
y en montones las de atrás
contra los palos se estrellan,
y saltan y se atropellan
sin que se corten jamás.

Y aunque yo por mi inorancia
con gran trabajo me esplico,
cuando llego a abrir el pico,
tengaló por cosa cierta,
sale un verso y en la puerta
ya asoma el otro el hocico.

Y emprésteme su atención;
me oirá relatar las penas
de que traigo la alma llena;
porque en toda circustancia,
paga el gaucho su inorancia
con la sangre de sus venas.

Después de aquella desgracia
me refugié en los pajales;
anduve entre los cardales
como bicho sin guarida;
pero, amigo, es esa vida
como vida de animales.

Y son tantas las miserias
en que me he salido ver,
que con tanto padecer
y sufrir tanta aflición,
malicio que he de tener
un callo en el corazón.

Ansí andaba como guacho
cuando pasa el temporal;
supe una vez por mi mal
de una milonga que había,
y ya pa la pulpería
enderecé mi bagual.

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