viernes, 14 de diciembre de 2018

La protección del Manto de la Virgen María

Gabriel es el Ángel de la Anunciación. Es el que se presentó a la Virgen María para comunicarle que llevaba en su vientre al Hijo de Dios. Mariano significa "Devoto de María". 
Ella nos hizo una promesa: jamás nos abandonaría. Así como una madre abnegada vela por sus hijos, así vela por nosotros si confiamos en ella y ponemos en sus manos nuestras dudas, nuestras tristezas, nuestra lucha cotidiana.



Cuando estés en un momento de tribulación y necesites una guía, cierra los ojos y deja que el Espíritu Santo sea en tí. Llénate de su Silenciosa Presencia y sentirás como cambia tu ánimo, se eleva tu energía y comienzas a sentirte mejor. Al poco tiempo recibirás una señal, tendrás respuestas a tus preguntas, podrás ver con mayor claridad. No hay nada sobrenatural en ello. Es tan simple como cerrar los ojos y estar en paz para que la voz del alma se exprese en tu interior.
Jesús nos prometió vengan a mi todos ustedes que estén cansado de sus trabajos y de sus cargas y yo les daré descanso (Mt. 11-28)
El 8 de diciembre se celebró el día de la Inmaculada Concepción es una buena oportunidad para encomendarte a María, puedes encenderle una vela blanca o celeste a su imagen y hablarle con el corazón usando palabras sencillas. María te escuchará. Cuéntale tus alegrías y tristezas. Pídele que interceda por tí para abrirte los caminos de la vida y confía en ella. Este es un momento especial para ir preparándonos de a poco para la llegada de la Navidad. Diciembre es un mes de comunión interior y de relación con el espíritu.
Un momento de reconciliación con Dios. 
Si invitas a la Virgen a ser parte se tu vida, nunca más estarás solo.

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