Algunos vuelan más alto que otros.
Pero cada uno vuela de la mejor forma que puede.
Cada uno es especial.
Cada uno es único.
Cada uno es diferente en su vuelo pero igual en su derecho a volar...
Tengo una muñeca vestida de azul,
con su camisita y su canesú.
La saqué a paseo y se me enfermpó,
la puse en la cama con mucho dolor.
Luego llamé el médico y me recetó
que le de jarabe con el tenedor.
Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis,
seis y dos son ocho, y ocho dieciséis,
y ocho veinticuatro, y ocho treinta y dos.
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