a los que, desde su "ingenuidad,"
aún creen en utopías.
A los rotos y descosidos,
cuyas heridas de amor lloran poesía.
A las almas sufridas,
los nostálgicos,
los artistas que pintan sonrisas.
Salven a los distintos,
a los idealistas,
a los románticos,
a las amadoras que sangran melodías.
A los pacificadores,
los quebrantados,
a los "anormales" que se rebelan contra el prejuicio.
A los amantes,
a los heridos
que,
a pesar de todo, siguen cantando.
Desconozco autor.
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