El Muro de Berlín fue una de las construcciones más agresivas y avergonzantes del siglo XX. Los orígenes del mismo nos llevan al fin de la Segunda Guerra Mundial (en 1945) y a las represalias tomadas por los Aliados (Francia, Gran Bretaña, Rusia y Estados Unidos) para vengarse de los desastres causados por el nazismo en el resto de Europa. El muro se erigió en Berlín en 1961 y tenía como objetivo dividir a la ciudad en dos partes que actuarían como botín de guerra entre los países aliados occidentales y Rusia (o Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, como se llamaba en ese momento).
El muro de Berlín se construyó en un duro y grueso concreto y sólo tomó quince días en ser terminado, demostrando esto en gran parte la urgencia que las naciones vencedoras tenían por hacerse con el botín. De tal modo, a partir de la división que generaba ese muro, también se dividió a gran escala el que para ese entonces era el territorio alemán en dos: la República Federal Alemana (o Alemania Occidental, bajo el poder de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia) y la República Democrática Alemana (o Alemania Oriental, dominada por la U.R.S.S.).
El muro se constituyó en uno de los artificios más duros y efectivos para separar a una población que hasta el momento era una misma. Además de las altas paredes de concreto, se instalaron grandes secciones de alambres de púas, así como fosos a ambos lados y una activa guardia militar con el objetivo de limitar en todo sentido el pase de un lado a otro por parte del pueblo civil alemán. Sin embargo, la prohibición no siempre significó aceptación por parte del pueblo alemán y muchos casos de escape y de intentos de traspaso fallidos marcaron la historia del muro.
La separación generada por este muro provocó una profunda herida en la Alemania moderna que, hasta el día de hoy, sufre las consecuencias. En este sentido, el muro dividió al país y además alejó a una parte de la otra: mientras que la occidental caía bajo el poder del capitalismo, de la modernidad y de una calidad de vida de gran nivel, la parte oriental permaneció bajo la ideología comunista, se volvió atrasada tanto social como económicamente. Esta división se hace visible hasta la actualidad en algunos aspectos. El muro de Berlín sería tirado abajo el 9 de noviembre de 1989 y este hecho marcó la finalización de la Guerra Fría, aquel fenómeno que mantenía enfrentados a ambas partes y que tenía a la ciudad de Berlín como máximo espacio de disputa.
Construyamos puentes para unir no muros para separar.
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