La sinceridad sin empatía es simplemente crueldad. Desconfía de quien manifieste "yo digo siempre lo que pienso".
La verdad debe contemplar siempre la valoración de su posible impacto en el otro; incluso es una magnífica opción callar, si lo que vas a decir, no mejora el silencio. Desconozco el autor-
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