jueves, 2 de julio de 2020

Hoy recordamos a Hipólito Yrigoyen

El 3 de julio de 1933, a los 81 años, falleció Juan Hipólito Irigoyen, el primer presidente electo por la Ley Sáenz Peña en la historia argentina, que gobernó por primera vez entre 1916 y 1922 y por segunda entre 1928 y 1930.

Su derrocamiento, el 6 de septiembre de 1930 a manos de un golpe encabezado por el general José Félix Uriburu, dio inicio a una etapa prolongada de inestabilidad político-institucional en el país de medio siglo, hasta la llegada al Gobierno, en 1983, medio siglo después de su muerte, por su “correligionario” (el que comparte la misma religión) Raúl Ricardo Alfonsín.
Yrigoyen (como se hizo cambiar el apellido), que había iniciado su vida política como comisario de policía en el barrio porteño de Balvanera, se convirtió en el jefe de la Unión Cívica Radical (UCR) ante el suicidio de su tío Leandro Nicéforo Alem, el primero de julio de 1896.
Como cabeza de la emergente fuerza política de las capas medias porteñas y de algunos sectores conservadores del interior que se distanciaban el viejo Partido Autonomista Nacional (PAN), Hipólito Yrigoyen mantuvo durante años a su partido en una actitud abstencionista.
Pero en 1905 intentó revertir ese orden conservador mediante un estallido cívico-militar, impidiendo la llegada a la Presidencia, para un segundo mandato, del general Julio Argentino Roca, pero la intentona fracasó a pesar de haber tenido éxito en algunas zonas de la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires; en municipios de la provincia de Buenos Aires; en Rosario, Córdoba, Bahía Blanca, Mendoza y otros lugares.
Tras una amnistía impulsada por el ex presidente Carlos Enrique José Pellegrini, Yrigoyen y sus radicales volvieron a la abstención hasta que en 1912, mediante un acuerdo con el ala renovadora del conservadorismo encabezada por Roque Sáenz Peña, se modificó la ley electoral y se estableció el mecanismo de sufragio universal, secreto y obligatorio. Así en 1916 la UCR, con Yrigoyen como candidato a presidente, logró una ajustada victoria en el Colegio Electoral cuando, luego de varias negociaciones, logró sumar el voto de un elector elegido por otra fuerza política y así imponer su fórmula.
Más allá del proceso político democratizador surgido de la Ley Sáenz Peña, en líneas generales la política social y económica de Yrigoyen no cambió respecto de sus antecesores conservadores, ya que recién con su sucesor radical Máximo Marcelo Torcuato de Alvear se inició un giro industrialista, se mejoró la condición de los asalariados y se comenzó a tomar distancia de la hegemonía que ejercía el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte sobre el país.
Desde diversos sectores de la oposición y de algunos de su propio partido, Yrigoyen fue muy cuestionado por el incremento del gasto público que implicó la profesionalización de la política partidaria.
Para su sucesión Yrigoyen eligió a Marcelo de Alvear, por entonces embajador argentino en París, quién no vino al país a realizar campaña electoral, ya que el presidente la hizo por él, e incluso designó desde allá su gabinete, para lo cual viajaron a la Ciudad Luz varios de sus futuros componentes.
El tenue acercamiento de Marcelo de Alvear a los emergentes Estados Unidos de América, fue dejado de lado al reasumir Yrigoyen en 1928, cuando, bajo la consigna “comprar a quién nos compre”, se volvieron a profundizar las relaciones con el Reino Unido.
Fue durante esta última gestión cuando se elaboraron las bases del convenio que, poco después, durante el Gobierno del general Agustín Pedro Justo, dio lugar al Pacto Roca-Runciman.
Dentro de esa postura de “comprar a quién nos compre”, impulsada por la Sociedad Rural Argentina (SRA), fue que vino al país una misión del RU encabezada por lord Edgard D’Abernon, de donde surgió un acuerdo que fue ratificado por la Cámara de Diputados pero que quedó sin sanción en el Senado a raíz del golpe de 1930.
En cambio fue mucho más decidida la postura nacionalista en materia petrolera mediante cuyo gran salto se dio en durante la presidencia de Alvear con la creación de lo que sería la gran empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales sobre todo con el impacto que significó en 1927 la de la destilería de La Plata, casi en simultáneo con la apertura de la Fábrica Militar de Aviación de Córdoba.
Durante la primera presidencia de Yrigoyen se produjeron dos graves hechos de represión a los sectores asalariados, como fueron “La Semana Trágica” en la ahora Plaza Martín Fierro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las matanzas de peones durante “La Patagonia Trágica”, en tanto que para mejorar su posición en el parlamento frente los conservadores, batió todos los records en materia de intervenciones a provincias.
Su derrocamiento, que contó con el beneplácito de los partidos de la futura “Concordancia” (UCR Antipersonalista, Socialista Independiente y Demócrata Conservador) y de los grupos petroleros extranjeros, dio lugar a un giro nacionalista de derecha por parte de Uriburu, vuelto a revertir nuevamente en 1932 por Agustín Justo, que al reflotar lo hecho por la Misión D’Abernon, por medio del Pacto de Londres (Roca-Runciman) consolidó la participación argentina en el mundo de la libra esterlina.

12 de Octubre de 1916 asumió por primera vez la presidencia; estas fueron las primeras que se realizaron a nivel nacional, bajo los auspicios de la llamada ley Saenz Peña, que imponía el voto universal, secreto y obligatorio. Fue un gobierno nacionalista y popular.

En 1928 fue electo por segunda vez en una elección conocida como el “plebiscito”.

Durante su mandato sancionó leyes como la jubilación de empleados de empresas privadas, sancionó las jornadas de 8 horas de trabajo, el descanso dominical, y el contrato colectivo de trabajo.

Creó YPF y no permitió que las empresas extranjeras la tomaran.
Prohibió el desalojo de inquilinos y la suba de alquileres.

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