Ambos acontecimientos, recordados en esta fecha, llevan a pensar en Rosario Vera Peñaloza como una educadora argentina que vivió a finales del siglo XIX y principios del XX.
Se destacó como pionera en la Educación Inicial y trabajó para mejorar la calidad de la educación en Argentina, fundando la primera escuela de jardín de infantes del País.
Vera Peñaloza y su labor son ejemplo a la hora de crear cada una de las instituciones educativas de Nivel Inicial que reciben a niños entre 45 días y 5 años.
Estos jardines, tanto maternales como de infantes, desempeñan un papel fundamental en la sociedad ofreciendo no sólo acompañar en el desarrollo de habilidades esenciales para los niños en la primera infancia, sino como primera institución educativa que recibe a las familias y ayuda en la crianza de calidad.
Por su parte, las maestras jardineras ofrecen día a día un ambiente seguro y confiable para mejorar la calidad de educación y el bienestar de los niños y sus familias frente a la adversidad.
Por ello, es un compromiso como sociedad y como educación pública, trabajar en la formación de docentes comprometidos con su labor profesional.

¡Bienhaiga! niña Rosario
todos los hijos que tiene,
¡millones de argentinitos
vestidos como de nieve!
Con manos sucias de tiza
siembras semillas de letras
y crecen abecedarios
en tu corazón maestra.
Yo sé los sueños que sueñas
Rosarito Vera, tu vocación,
pide una ronda de blancos delantales
frente al misterio del pizarrón.
Tu oficio, qué lindo oficio,
magia del pueblo en las aulas.
Milagro de alfarería
sonrisa de la mañana.
Palotes, sumas y restas
us armas son, maestrita,
ganando mansas batallas,
ganándolas día a día.
(Letra: Félix Luna - Música: Ariel Ramírez)

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