viernes, 23 de febrero de 2018

24 de febrero: Nacía Eladia Blazquez

24 de febrero de 1931, Avellaneda,provincia de Buenos Aires, nace Eladia Blázquez.
Cantora y gran compositora
Destacada artista de la música popular ,que por su capacidad autoral, fue llamada: “ La Discépolo con falda”.
“ Que mala suerte”, “El corazón al sur”,” Sueño de barrilete”,” A un semejante”, “ Prohibido prohibir”,” Mi ciudad y mi gente” y “ Honrar la vida”, son algunos, de los tantos, clásicos que llevan su firma.
Pianista, guitarrista, compositora, autora, cantante .

Nadie logró, como Eladia Blázquez, crear tangos con letra de tanto éxito -y en algunos casos aislados de tanta calidad- desde fines de la década del 1960, cuando la popularidad del género había caído en la Argentina a sus mínimos históricos.


Sólo pueden comparársele algunos títulos del binomio Astor Piazzolla-Horacio Ferrer. Ella creó un tango canción verdaderamente nuevo, aunque sobre moldes no vanguardistas, con su rara habilidad para combinar notas y palabras. Con una temática nueva y un lenguaje actualizado impactó en un público amplio, no necesariamente tanguero. Los tradicionalistas la recibieron fríamente, aunque sin la agresividad que reservaron para otras propuestas más heterodoxas.

Era frecuente que se la apodara "la Discepolo con faldas", pero esa comparación con Enrique Santos Discepolo (el autor de "Yira yira" y "Cambalache") es realmente excesiva. Aunque Blázquez suela ser crítica, incisiva y escéptica, sus versos no tienen -salvo en algunos destellos- la profundidad, la riqueza de imágenes ni la poesía de los del autor de "Canción desesperada".

Dentro de la irregular calidad de sus piezas, ella cae por momentos en una exaltación desmedida y retórica de Buenos Aires, que soslaya la deteriorada calidad de vida en esa gran urbe de crecimiento desordenado, poluída y en algunos sectores caótica.

Blázquez fue recorriendo a través de su vida de artista diversos caminos, según fueran las circunstancias, buscando un lugar para su empuje creador.

De 1970 es su primer disco LP dedicado al tango, donde canta sus propias obras. En los dos años previos había perdido sucesivamente a su madre y a su padre. En esa placa histórica incluye el excelente "Sueño de barrilete" (así se llama en la Argentina a la cometa), que en realidad había compuesto en 1959 y dado a conocer recién en 1968. Con un magistral engarce entre la melodía y los versos, presenta a un personaje frustrado, que no alcanzó la altura de su ideal. En ese mismo álbum figuran otros de los mejores tangos que jamás compondría Eladia, como "Contáme una historia" y "Sin piel", además de "Mi ciudad y mi gente", que ganó el Festival de la Canción de Buenos Aires de 1970.

Después de "El precio de vencer", uno de sus temas más cuestionadores, que grabó en 1973, año en que en la Argentina predominaban las ideas políticas radicalizadas, sobresale nítidamente como su tango más popular "El corazón al sur", que registró en 1976. Blázquez había nacido en Avellaneda, ciudad lindante con Buenos Aires por el sur de ésta. Ese punto cardinal equivale para los porteños a pobre y popular. De hecho, el éxito le permitió a esta artista habitar en el Barrio Norte, en uno de los sitios más caros de Buenos Aires, pero con ese tango vino a decir que su corazón había permanecido del otro lado.
EL CORAZON AL SUR
Nací en un barrio donde el lujo fue un albur,
Por eso tengo el corazón mirando al sur.
Mi viejo fue una abeja en la colmena,
Las manos limpias, el alma buena...
Y en esa infancia, la templanza me forjó,
Después la vida mil caminos me tendió,
Y supe del magnate y del tahúr,
Por eso tengo el corazón mirando al sur.

Mi barrio fue una planta de jazmín,
La sombra de mi vieja en el jardín,
La dulce fiesta de las cosas más sencillas
Y la paz en la gramilla de cara al sol.
Mi barrio fue mi gente que no está,
Las cosas que ya nunca volverán,
Si desde el día en que me fui
Con la emoción y con la cruz,
¡Yo sé que tengo el corazón mirando al sur!

La geografía de mi barrio llevo en mí,
Será por eso que del todo no me fui:
La esquina, el almacén, el piberío...
Lo reconozco... son algo mío...
Ahora sé que la distancia no es real
Y me descubro en ese punto cardinal,
Volviendo a la niñez desde la luz
Teniendo siempre el corazón mirando al sur.

Eladia Blázquez

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