martes, 20 de marzo de 2018

21 de Marzo: Día mundial de la poesía

Desde la cumbre de París de 1999, se celebra cada año el Día Mundial de la Poesía el 21 de marzo. De acuerdo con la decisión de la UNESCO, el principal objetivo de esta acción es sostener la diversidad de los idiomas a través de la expresión poética y dar a los que están amenazados la posibilidad de expresarse en sus comunidades respectivas y para que las diversas comunidades del mundo reflexionen sobre la importancia del lenguaje poético y las capacidades creadoras de cada persona.



La poesía es una manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y de la innovación. A pesar de sus asociaciones, metáforas y gramática singular, el lenguaje poético constituye una importante faceta de diálogo entre las culturas.
El principal objetivo de esta iniciativa es apoyar la variedad lingüística a través de la expresión poética y dar la oportunidad a las lenguas de ser un vehículo de comunicación artística en sus sociedades.

Además, este día busca promover la enseñanza de la poesía, fomentar la tradición oral de la recitación y crear una imagen atractiva de la poesía en los medios de comunicación. En definitiva, busca que no se la considere una forma anticuada de arte, sino una vía de expresión que permite a las comunidades transmitir sus valores, reafirmarse en su identidad, y restablecer el diálogo entre la poesía y las demás manifestaciones artísticas, como el teatro, la danza, la música y la pintura.

La poesía, con sus metáforas y su gramática particular constituye otra faceta del diálogo entre las culturas. Por ello, el principal objetivo de esta jornada es apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y dar la oportunidad a las lenguas amenazadas de ser un vehículo de comunicación artística en sus comunidades respectivas. Otro de los propósitos de celebrar el Día de la Poesía es promover la enseñanza de este género literario que de forma magistral cultivaron escritores a través de nuestra historia humana.

POEMA DE LOS DONES

Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche.

De esta ciudad de libros hizo dueños
a unos ojos sin luz, que sólo pueden
leer en las bibliotecas de los sueños
los insensatos párrafos que ceden

las albas a su afán. En vano el día
les prodiga sus libros infinitos,
arduos como los arduos manuscritos
que perecieron en Alejandría.

De hambre y de sed (narra una historia griega)
muere un rey entre fuentes y jardines;
yo fatigo sin rumbo los confines
de esta alta y honda biblioteca ciega.

Enciclopedias, atlas, el Oriente
y el Occidente, siglos, dinastías,
símbolos, cosmos y cosmogonías
brindan los muros, pero inútilmente.

Lento en mi sombra, la penumbra hueca
exploro con el báculo indeciso,
yo, que me figuraba el Paraíso
bajo la especie de una biblioteca.

Algo, que ciertamente no se nombra
con la palabra azar, rige estas cosas;
otro ya recibió en otras borrosas
tardes los muchos libros y la sombra.

Al errar por las lentas galerías
suelo sentir con vago horror sagrado
que soy el otro, el muerto, que habrá dado
los mismos pasos en los mismos días.

¿Cuál de los dos escribe este poema
de un yo plural y de una sola sombra?
¿Qué importa la palabra que me nombra
si es indiviso y uno el anatema?

Groussac o Borges, miro este querido
mundo que se deforma y que se apaga
en una pálida ceniza vaga
que se parece al sueño y al olvido.
JORGE LUIS BORGES

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