miércoles, 30 de mayo de 2018

31 de Mayo – Nacimiento de Francisco Pascasio Moreno. Día Nacional del «Guía de Turismo»

Francisco Pascasio "Perito" Moreno nació en Buenos Aires el 31 de mayo de 1852, en el seno de una familia adinerada. Su padre, Francisco Facundo, logró entusiasmarlo precozmente en el estudio de las ciencias naturales, actividad en la que desarrolló una amplia carrera autodidacta.
Así, a los 14 años de edad, Moreno junto a sus hermanos armó su primer museo naturalista en la casa familiar, del que quedó a cargo dos años después. Cinco años más tarde encaró sus primeras exploraciones en la zona de Buenos Aires.

Ya en 1872 fundó, junto a Estanislao Zeballos, la Sociedad Científica Argentina, una entidad clave para lograr financiar sus distintas expediciones a la Patagonia y difundir sus resultados, que serían luego la base para la creación de los parques nacionales argentinos.

En 1873 realizó el primer viaje al sur, a la zona de Carmen de Patagones, en una expedición encomendada por el presidente Domingo Faustino Sarmiento.

Al año siguiente recorrió el mar austral en el vapor "Rosales" y llegó hasta la desembocadura del río Santa Cruz, donde luego de remontarlo varios kilómetros, tuvo sus primeros contactos con comunidades indígenas.

En 1875 realizó uno de sus viajes exploratorios más importantes. Es así que fue el primer hombre blanco en llegar desde el este al lago Nahuel Huapi donde plantó, por primera vez, la bandera argentina, y exploró toda la región, hacia el sur hasta el río Chubut y hacia el norte hasta el Neuquén.

Al año siguiente volvió al océano en la goleta "Santa Cruz", y remontó a pie y a caballo el río homónimo hasta sus nacientes. Así descubrió y bautizó el lago Argentino, el San Martín y el Viedma, además de distintos picos montañosos.

En todos esos viajes Moreno recolectó piedras, plantas, animales y restos fósiles, con los que reúne la colección más importante que conocía el país en el momento. Todo ese material fue donado en 1877 al Museo Antropológico y Arqueológico de la ciudad de Buenos Aires.

En 1879 realizó otro de sus viajes legendarios: comisionado por el presidente Nicolás Avellaneda volvió al río Negro y el Chubut hasta sus nacientes, para recorrer una amplia región hasta el Neuquén (ver aparte).

Los años siguientes fueron de gran producción intelectual, de fundación de museos en Buenos Aires y La Plata, de casamiento y también de la llegada sus siete hijos.

También creó escuelas y guarderías en barrios obreros, modificó los planes de estudios de las escuelas nocturnas para adultos, dándoles una orientación vocacional y técnica, entre otras acciones trascendentales para la época.

Pero a su noble currícula todavía le restaba una medalla, acaso la más importante de todas.

Poner límites. En 1896 fue designado Perito en Límites para definir con Chile la línea fronteriza entre ambos países, un conflicto de larga data. El biógrafo Ygovone señaló que, para cumplir su misión, viajó en varias ocasiones al país trasandino, donde mantuvo arduas discusiones.

Como las negociaciones se estancaron en 1898, propició un encuentro entre los presidentes Roca y Francisco Errázuriz, que se realizó en Punta Arenas, evitando una guerra que parecía inminente.

Una vez concluidos su trabajo, la cuestión se trasladó a Londres para ser resuelta por un arbitraje británico.

Eso llevó a Moreno a Inglaterra para encabezar la defensa argentina, tras lo cual guió en la Patagonia una expedición encabezada por el comisionado británico Thomas Holdich, que recorrió los puntos en conflicto.

Esta tarea incluyó --entre otras anécdotas-- el legendario plebiscito en el poblado galés Colonia 16 de Octubre, de la cordillera chubutense, en donde sus habitantes eligieron ser argentinos y no chilenos.

En 1902 se definió todo: el rey Eduardo VII dio a conocer el resultado, tras lo cual ambos países firmaron un pacto de limitación de armamentos y aceptaron el arbitraje.

De este modo el país retuvo 42 mil kilómetros cuadrados de territorio en litigio.

Fue entonces cuando el comisionado Holdich dijo: "a Moreno se debe todo lo que la Argentina obtuvo al oeste de la divisoria de aguas continentales".

Moreno realizó en 1912 su último viaje a la Patagonia para acompañar al ex presidente de EE.UU. Theodore Roosevelt, por encargo del entonces presidente Roque Sáenz Peña. Siete años más tarde, el 22 de noviembre de 1919, fallecería.

En 1944 sus restos fueron trasladados a Bariloche para ser inhumados definitivamente en la isla Centinela del lago Nahuel Huapi, en el marco de una gran movilización vecinal.

Luego de quince años de investigarlo, el escritor y cineasta Miguel Angel Rossi está en condiciones de hablar sobre Francisco Pascasio Moreno. Por eso habrá que escucharlo con atención cuando afirma que "fue un humanista, con un extremo carácter de justicia".

"Su único objetivo, al explorar la Patagonia, fue científico y académico. Dedicó más de veinte años de su vida al país sin cobrar un peso y nos dejó una obra monumental".

Bitácoras del desierto

Los últimos viajes exploratorios del perito Moreno coexistieron con la avanzada conocida como la "Campaña al Desierto", un proyecto lanzado en 1879 por el entonces presidente Nicolás Avellaneda y llevado a cabo por el general Julio Argentino Roca, con el objetivo de llevar la frontera nacional hasta el extremo austral de la Patagonia.

Según Walter Delrío, historiador del Conicet y la Universidad Nacional de Río Negro, el trabajo del perito se centró en registrar meticulosamente datos sobre los pueblos indígenas que encontraba en el camino, lo que le trajo tantas amistades como enojos con las tribus.

Los apuntes que lo sobreviven son un notable testimonio de la travesía: revelan gran precisión en cuanto a la cantidad de guerreros y armamentos, las actitudes ante el gobierno central y otros temas de aquellas culturas exóticas.

En Bahía Blanca. El 18 de junio de 1902 pasó por la ciudad, proveniente de la cordillera y acompañado por Sir Thomas Holdich. Ambos pudieron visitar el puerto militar, donde fueron agasajados por Luis Luiggi, quien lo invitó a plantar sendos árboles en los alrededores de la escuela Humberto I.

Biblioteca Perito. Su figura mereció numerosas publicaciones, como "Francisco P. Moreno: arquetipo de argentinidad. La epopeya patagónica", de Aquiles Ygovone, y "Francisco Moreno. Una herencia patagónica", de Roberto Hosne, y el reciente "Más allá del sur", de Miguel Risso, que será llevada al cine este año.

Pero, sin dudas, los mejores retratos están en los libros surgidos en la pluma del propio Moreno, como "Viaje a la Patagonia austral" y "Una excursión al Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz", entre otros. También existen muchos documentos y apuntes de viajes que pueden consultarse en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata.

Carnaval sangriento. En su quinto viaje (1879), casi pierde la vida, al ser tomado prisionero por los tehuelches. En aquella ocasión, Moreno fue reservado por el cacique Sayhueque para satisfacer a su hija en la imitación que los indígenas hacían del juego de carnaval de los blancos. Sólo que los tehuelches usaban como pomos con agua el corazón, todavía palpitante, de las yeguas, pero, según escribió Alfred Ebelot, "si pueden estrujar el corazón arrancado vivo del pecho de un cristiano, la jarana era infinitamente más sabrosa". Y, precisamente, ese fin tenía el corazón del perito. Por fortuna, una distracción de la guardia le permitió fugarse y, tras diez días de penurias, llegar salvo al Fortín Primera División.

Feliz día «Guías de Turismo»!!!


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