Que no le importe lo que se hable de ellas y se atreven a vivir.
Admiro a las mujeres que se dejan amar sin importar la edad, se dejan besar y abrazar por el amor hasta el último de sus rincones.
Admiro a las mujeres que echan por el caño las palabras mal intencionadas que casi siempre vienen de otra mujer.
Admiro a las mujeres que se atreven a vivir, sentir pese a sus años y a los pndejos complejos de una sociedad de falsos moralistas.
Admiro a las mujeres que corren, gritan , y se asombran cómo cuando eran niñas.
Admiro a las mujeres sin complejos: Libres. Sin estereotipos. Sin tabúes ante la vida. Completamente humanas y absolutamente ellas a la hora de amar y sentir.
Admiro a esas mujeres porque
Yo soy una de ellas que hace mucho dejé de pelear y pensar cómo una de tantas.
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