Las flores se pusieron muy contentas al recibir su nombre, solo una quedó triste en un valle de un rio. Lloraba sin comprender por qué era menos querida que sus hermanas y sus lágrimas se mezclaban con el agua.
Un día, saliendo a pasear por el campo verde y lleno de flores, la Hada de las Flores llenó su corazón de alegría al ver que todas las flores sonreían.
Bajando la cuesta hacia el río se encontró con la triste florecita que no podía contener su llanto.
Al verla le pregunto:
“Y tú, hermosa y delicada flor, ¿por qué lloras mientras todas tus hermanas se alegran?"
-¿Como no voy a llorar?
Cuando todas ya recibieron un bonito nombre y de mí te olvidaste...
Al oír su respuesta, el Hada se asombró por haber olvidado dar un nombre a esa flor tan especial.
-Mi querida flor, deja de estar triste…no olvidaste que no te di un nombre como hice con tus hermanas así que, a partir de hoy te llamaré “Nomeolvides ".
Regalar Nomeolvides azules es una muestra de fidelidad y amor eterno, es prometer amor en la eternidad. Es amor de verdad, honesto, único y especial.
Créditos al autor
No hay comentarios:
Publicar un comentario