jueves, 3 de agosto de 2017

4 de agosto: Festejamos el “Día del Naturalista” y el natalicio de Enrique Guillermo Hudson

Guillermo Enrique Hudson nació el 4 de agosto de 1841 en la estanzuela Los Veinticinco Ombúes, en lo que era entonces el Partido de Quilmes y en tierras que actualmente pertenecen a Florencio Varela. Era el cuarto hijo de un matrimonio norteamericano formado por Daniel Hudson y Caroline Kimble, quienes habían contraído matrimonio en la ciudad de Boston, en 1828. Existían diferencias sociales y religiosas entre las familias Hudson y Kimble. En primer lugar, los Kimble descendían de los pioneros puritanos que llegaron a Nueva Inglaterra en el Mayflower, mientras que Daniel Hudson era hijo de un inmigrante inglés del condado de Devon.
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Los Kimble eran cuáqueros, gente de muy estrictos principios morales y religiosos. Como ejemplo cotidiano de esto, sabemos que Caroline usaba sólo ropa de color blanco o negro. Se desconoce a qué denominación religiosa pertenecían los Hudson, pero suponemos que eran metodistas o bautistas. Respecto del tema religioso, es sugestivo que eligieran a un pastor que no pertenecía a ninguna de estas denominaciones para consagrar su matrimonio, el famoso pastor universalista Hosea Ballou. Estas diferencias fueron -aparentemente- el principal factor que determinó la emigración de este matrimonio a la Argentina. Alguna vez escribió: "...El cielo azul, la tierra castaña debajo de él, el pasto, los árboles, los animales, el viento, y la lluvia y las estrellas nunca me son ajenos; porque soy uno con ellos; y mi carne y la tierra son uno, y uno son el calor en mi sangre y la luz del sol, y una sola unidad son mis pasiones con los vientos y las tempestades..." Días de Hampshire, 1903 "...Apenas será supuesto o esperanzado que la posteridad se sentirá satisfecha con nuestras monografías de especies extintas, y los pocos huesos desmenuzados y plumas marchitas, los cuales ojalá puedan sobrevivir, posiblemente, la mitad de una docena de centurias en algún afortunado lugar de museo. Al contrario, dichos recuerdos tristes sólo servirán para lamentar su pérdida; y si nos recuerdan en absoluto, será sólo para aborrecer nuestra memoria y nuestra era, esta era iluminada, científica y humanitaria, que debería tener por lema "Matemos todas las cosas nobles y bellas, pues mañana moriremos." Un naturalista en el Plata, 1892 EL LEGADO DE HUDSON EN ARGENTINA Hudson había sido miembro correspondiente de la Asociación Ornitológica del Plata y, fuera de ese círculo, también era conocido en Argentina por algunas personas que podían leer inglés. Hasta 1924, lo único que se había traducido de Hudson era "La confesión de Pelino Viera", y por lo tanto, su obra era muy poco conocida en su tierra natal. Pero en ese año, arriba a Buenos Aires el poeta Rabindranath Tagore en viaje hacia Lima, Perú. Los médicos le prohiben que continúe su viaje sin antes curarse de una fuerte gripe que lo aqueja; además, su corazón estaba débil . Es así que permanece en Argentina por casi dos meses. Del Plaza Hotel pasa a Miralrío, una casa en las barrancas de San Isidro, alquilada para él por Victoria Ocampo: “En Miralrío, Tagore escribía durante la mañana, o nos encontrábamos para conversar, o miraba con catalejos los pájaros desde el balcón de su cuarto. Leía a Hudson. Cabe mencionar que allí es visitado por un sobrino del escritor y naturalista, el Sr. Hubert Rockwood Hudson, y el poeta indio le dice que él conocía y admiraba a su tío cuando era todavía un escritor desconocido. En uno de los reportajes que le hacen, Tagore dice que él ya conocía nuestro país a través de los libros de Hudson. Los periodistas se miran pero disimulan su ignorancia. De ese momento data el conocimiento del gran naturalista a nivel general. Unos años más tarde, en 1929, un médico quilmeño, el Dr. Fernando Pozzo, junto a su señora Celia Rodríguez, redescubren el ranchito natal, el cual se encontraba en los terrenos de la Estancia de Santo Domingo, en el Partido de Florencio Varela. Al año siguiente, Pozzo es nombrado Intendente de Quilmes. Consigue que el Ferrocarril Sud dé el nombre de Hudson a una de las estaciones, la antigua estación Conchitas, en la línea de Constitución a La Plata. El tiempo pasa. Pozzo funda la Asociación Amigos de Hudson de Quilmes y, junto a su señora, realiza la primera traducción al castellano de Allá lejos y hace tiempo. La Estancia donde se encontraba el lugar natal, pertenecía al Vizconde Davidson y su hermana. Comienza entonces un movimiento de algunos miembros de la colectividad británica para convencer al Vizconde de que done ese humilde edificio con una porción de tierra, para recordar al escritor y naturalista. Finalmente, la donación a la Provincia de Buenos Aires se realiza en 1948, con una cláusula que especifica a qué debe ser destinada, y es aceptada oficialmente al año siguiente. Empero, por muchos años esta donación es ignorada por las autoridades. Recién en 1957, se firma el decreto provincial creando El Museo y Parque Evocativo Guillermo Enrique Hudson pero, lamentablemente, nada en concreto se hace. En 1958, Masao Tsuda, inmediatamente después de presentar sus cartas credenciales al Presidente de la República como Embajador del Japón, visita el solar natal y con gran dolor ve en qué estado lamentable se encuentra el lugar. Publica una carta sobre el tema en un diario de Buenos Aires, la cual tiene una extraordinaria repercusión y, finalmente, las autoridades comienzan a ocuparse de este edificio histórico. En 1961, se funda la Asociación Amigos de Hudson en el Partido de Florencio Varela, la cual también comienza a actuar con hechos concretos. Finalmente, en 1963, Violeta Shinya, sobrina-nieta del escritor, se entrevista con las autoridades en la Ciudad de La Plata y les recuerda que en estas condiciones, la propiedad corre el riesgo de perderse y volver al donante. Al poco tiempo, se decide nombrarla al frente de la institución. Es así como, poco a poco, la Prof. Shinya, va acondicionando el lugar con la ayuda de los Amigos de Hudson y unos pocos empleados. En 1967, se crea la Asociación Amigos del Museo y Parque Evocativo Guillermo Enrique Hudson a nivel nacional. Entre los miembros fundadores se encuentran Marcos Victoria, Justo P. Sáenz, Hubert Rockwood Hudson, sobrino del escritor, y la Prof. Daniel Shincha. En 1970, el ranchito es declarado Monumento Histórico Provincial, y en 1980, se cambia el nombre por el de Parque Ecológico-Cultural Guillermo Enrique Hudson. Esta institución cuenta actualmente con un museo, una biblioteca general y otra especializada, esta última con un archivo documental. Se realizan también visitas guiadas. www.hudsonmuseoyparque.or


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