jueves, 24 de agosto de 2017

PERDONARSE A UNO MISMO

Me gusta la sensación de libertad que siento cuando me quito la pesada capa de críticas, miedo, culpa, resentimiento y vergüenza.

Entonces puedo perdonarme a mi y perdonar a los demás.
Eso nos deja libres a todos.

Renuncio a darle vueltas y más vueltas a los viejos problemas.

Me niego a seguir viviendo en el pasado.

Me perdono por haber llevado esa carga durante tanto tiempo, por no haber sabido

amarme a mí ni amar a los demás.

Cada persona es responsable de su comportamiento y lo que da, la vida se lo devuelve.

Así pues, no necesito castigar a nadie, todos estamos sometidos a las leyes de nuestra propia conciencia, yo también.
Continúo con mi trabajo de limpiar las partes negativas de mi mente y dar entrada al amor.

Entonces me curo.

No hace falta saber cómo perdonar. Basta estar dispuesto a hacerlo, del cómo ya se ocupará el universo.
LOUISE L. HAY

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