No permitas

Nunca dejes que la amargura de los amargados
contamine tu espíritu.
Ni dejes que los que se creen dueños de las reglas te digan cómo vivir tu vida.
No dejes que los sabelotodo te convenzan de que la única verdad es sólo la de ellos.





Ni le creas a los que te burlan, cuando decides abrirte de su juego.
No le creas a los que te acusan de estar loca y que vas contra el mundo, porque la vida ha demostrado hace tiempo, que lo que hace la mayoría es lo que tiene a tanta vida en la tierra muriendo.
No permitas que nadie, te diga cómo sentirte, ni qué hacer.
Al fin y al cabo si alguien se ocupa de ti y no de si mismo, es porque aún está dormido y no ha comprendido que todo aquello que no nos gusta, en el afuera, se debe empezar cambiando desde ADENTRO.
Alejandra Baldrich