jueves, 25 de marzo de 2021

Otoño

Una a una van cayendo

Como letras de un poema

Acarreadas por la brisa

de este abril de luna nueva.

Unas ocre, unas zainas,

otras que mueren de pena

porque aún con savia fresca

volverán a ser esencia.

Se ha teñido de amarillo

El camino hacia la escuela

Alfombrado de crujientes

Retazos de hojillas muertas.

El sol se duerme temprano

Y más tarde se despierta

Hay humo en las chimeneas

Es señal de invierno cerca.

El árbol se siente vano

Sin aves en sus horquetas

Alza sus ramas al cielo

Como rogando que vuelvan

Con su trinar encendido

De estío en hora de siesta

Cuando la brisa no sopla

Y el verde esta en la floresta.

Aromas de chocolate

Con leche y azúcar negra

se entremezclan en el aire

Con el olor a humareda

De las fogatas que vuelven

En cenizas las hojuelas

Esas que ayer eran sombra

Y hoy ensucian las veredas.

Se ha instalado ya el otoño

Y mi alma lo festeja

con un latir enjundioso

de poeta en musa plena.

Es el tiempo de pantuflas

Y  sillón junto a la hoguera

Es tiempo de poesía

Y melancolía buena.

Andres Zuñiga

 

 

OTOÑO 

Cada vez que llega marzo yo no entiendo lo que pasa:

se cubren todos de sol los árboles de la plaza.

Al viento que es muy travieso le dan ganas de jugar.

Con las hojas amarillas corre de aquí para allá

- Juegan a la rueda - rueda y también a la escondida,

pero al llegar la noche se quedan todas dormidas.

Las hojas en las veredas son una alfombra dorada

Los árboles ya desnudos no se quejan para nada.

Me gusta cuando en otoño salimos a caminar

pisando las hojas secas que no dejan de chillar.

 

 Silvia Beatriz Zurdo

 

En otoño van las hojas amarillas, pardas, rojas…

Marchan junto con el viento,

que las deja sin aliento;

corren, vuelan, suben, giran,

nada escuchan, nada miran,

se destrozan contra el suelo

por llegar más pronto al cielo.

Pobres hojas amarillas, pardas, rojas,

pobrecillas, que en otoño volar

quieren y sin alas, ay! se mueren…

Julia M. Crespo

 

 

Otoño

Aprovechemos el otoño
antes de que el invierno nos escombre
entremos a codazos en la franja del sol
y admiremos a los pájaros que emigran
ahora que calienta el corazón
aunque sea de a ratos y de a poco
pensemos y sintamos todavía
con el viejo cariño que nos queda
aprovechemos el otoño
antes de que el futuro se congele
y no haya sitio para la belleza
porque el futuro se nos vuelve escarcha

Mario Benedetti

 

 

 

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