sábado, 8 de febrero de 2014

EL MERCADER Y LA BOLSA

Cierto día un mercader ambulante iba caminando hacia un pueblo. 
Por el camino encontró una bolsa con 800 dólares. 
El mercader decidió buscar a la persona que había perdido el dinero para entregárselo, pues pensó que el dinero le pertenecía a alguien que llevaba su misma ruta.
  Cuando llegó a la ciudad, fue a visitar un amigo:
- ¿Sabes quién ha perdido una gran cantidad de dinero? -le preguntó a éste-.
- Sí, sí. Lo perdió Juan, nuestro vecino, que vive en la casa del frente.  photo CHALL150114_zps48b939ce.png

El mercader fue a la casa indicada y devolvió la bolsa. Juan era una persona avara y apenas terminó de contar el dinero gritó: - Faltan ¡100 dólares!
 Esa era la cantidad de dinero que yo iba a dar como recompensa. ¿Cómo lo has agarrado sin mi permiso? Vete de una vez. Ya no tienes nada que hacer aquí.
  El honrado mercader se sintió indignado por la falta de agradecimiento. No quiso pasar por ladrón y fue a ver al juez. 
El avaro fue llamado a la corte. Insistió ante el Juez que la bolsa contenía 900 dólares. El mercader aseguraba que eran 800. 
El juez, que tenía fama de sabio y honrado, no tardó en decidir el caso. Le preguntó al avaro:
- Tú dices que la bolsa contenía 900 dólares ¿verdad?
- Sí, señor, respondió Juan.
- Tú dices que la bolsa contenía 800 dólares -le preguntó el juez al mercader-.
- Sí, señor. Pues bien -dijo el juez- considero que ambos son personas honradas e incapaces de mentir. 
A ti porque has devuelto la bolsa con el dinero, pudiéndote quedar con ella. 
A Juan porque lo conozco desde hace tiempo. 
Esta bolsa de dinero no es la de Juan porque aquella contenía 900 dólares, y esta sólo tiene 800. Así pues, quédate tú con ella hasta que aparezca su dueño. Y tú, Juan, espera a que alguien te devuelva la tuya.
Desconozco autor.

 photo separador-1.gif

No hay comentarios:

Publicar un comentario