“Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, conforme a la fecha que los magos le habían indicado” (ver Mt 2,13-18).
Herodes pensó que con esta cruel medida se libraría de Cristo, el Mesías esperado.
Estaba dispuesto a hacer lo que sea para mantener su poder, y ciertamente las noticias sobre el nacimiento de un rey que habría de gobernar a su pueblo lo aterrorizaban.
Aún con todo en contra, el Hijo de Dios logró salvarse gracias a los cuidados de San José y Santa María.
No hay comentarios:
Publicar un comentario