Y en la última campanada brindaré por cada error y cada acierto,
por cada lágrima y cada risa,
por cada una de las personas que ya no están en mi vida
y por las que han tumbado la puerta para entrar y quedarse.
Brindaré por todo lo vivido y por lo que falta por vivir,

por los momentos que apreté el puño y lloré de impotencia
pero también por los momentos en los que encontré el abrazo
y las palabras que aliviaban mi alma,
a veces venían de otras personas, a veces eran propias.
Porque no sera un reinicio, esto será un despegue
de los que se recuerdan siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario