El más reciente
censo nacional de 2010 arroja un total de 955.032 personas autoidentificados
como descendientes o pertenecientes a un pueblo indígena. Son más de 40 Pueblos
indígenas, de los que 35 están oficialmente reconocidos. Estudios científicos
determinaron que el 56% de la población tiene en su genética algún rastro
indígena. Aun así, un discurso recurrente se refiere a los pueblos originarios
como un hecho del pasado y no como una cultura que está viva y presente en la
actualidad

En cuanto a
derechos constitucionales en Argentina, la Constitución de 1994 incorpora el
reconocimiento de los derechos indígenas, artículo 75 inc. 17, donde, entre
otros derechos, se reconocen: 1. Posesión y propiedad comunitarias de las
tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y
suficientes para el desarrollo humano. 2. Asegurar su participación en la
gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los
afecten.
Además, están
vigentes con rango constitucional, el Convenio 169 de la OIT y un conjunto de
tratados internacionales de derechos humanos, que de acuerdo al artículo 75
inciso 22 de la Constitución Nacional, forman parte del bloque de
constitucionalidad, y que incluyen, entre otros, la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
formas de Discriminación Racial, etc.
No obstante
existir un marco normativo suficiente, y actores institucionales pensados para
llevar adelante políticas públicas específicas, lo cierto es que el
incumplimiento de los derechos sigue siendo una constante.
El
colonialismo, la identidad invisibilizada.
El “arribo de los
conquistadores”, que se produjo hace menos de veinte generaciones, trajo
consigo una visión de mundo y una cultura que se impuso violentamente a la de
los habitantes de estas tierras, y que sigue invisibilizando hoy en día
identidades, derechos, cosmovisiones, espiritualidades, costumbres y prácticas.
Día a día la invisibilización
opera en el avasallamiento de los territorios, los cuerpos y la cultura de los
pueblos indígenas. Permite que se desconozcan sus derechos y, sobre todo, que
no se apliquen las leyes, que ya fueron legisladas, a favor del reconocimiento
de los pueblos preexistentes que reproducen la vida en estas tierras, en sus Territorios
de Vida.
Entonces,
¿Qué conmemoramos en esta semana?
La Semana de los
Pueblos indígenas permite potenciar la lucha de los pueblos indígenas por una reparación histórica que logre
reconocer la figura de la propiedad comunitaria de sus territorios, que se
garantice la educación bilingüe e intercultural, la autodeterminación, la
participación, consulta obligatoria y consentimiento previo, libre e informado,
entre otros derechos legislados.
Que se logre
construir y/o hacer cumplir políticas públicas para atender las necesidades de
salud, educación, nutrición, conectividad, visibilidad, autonomía y soberanía
de los pueblos indígenas…. Un proceso de reparación que provea de medios,
reconozca y legitime el rol de los pueblos indígenas como guardianes del
territorio, de su cultura y saberes ancestrales, de la biodiversidad y del
cuidado del ambiente en el que habitan, de sus Territorios de vida.

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