El 2 de mayo de 1982, a las 4 de la tarde, dos torpedos lanzados desde el
submarino HMS «Conqueror» impactaron en el crucero ARA «General Belgrano».
Minutos después se hundió en las aguas del Atlántico Sur con 323 tripulantes.
Otros 770 lograron llegar a las balsas y regresar al continente. Los 1093
tripulantes del crucero General Belgrano se aprestaban a soportar el
mal clima. Nubarrones, oscuridad, vientos fuertes. Era 2 de mayo de 1982, por
la tarde, en plena Guerra de Malvinas. Sin previa alerta, el buque se sacudió
violentamente. Se sintió una tremenda explosión y se cortó la energía. De
pronto, comenzó a elevarse por una de las puntas, cuando se escuchó una segunda
explosión: faltaban 15 metros de barco en la proa. El fuego y el olor a quemado
invadieron a los marinos argentinos.
En medio del caos ensordecedor y la
oscuridad, comenzaron a utilizarse las balsas salvavidas. Los heridos se
contaban por todas partes, siendo llevados en hombros por quienes conservaban
el equilibrio, cuando el barco alcanzaba una inclinación ya de 20 grados y era
necesario agarrarse de cuanto estuviera amarrado a la estructura, hasta que sin
demora, se escuchó el grito de “¡Abandonen el buque!” y, minutos más tarde,
mientras el hundimiento proseguía, con ruido de explosiones y una humareda
blanca que se perdía en el cielo cada vez más oscuro, desde las balsas que
habían podido alcanzarse se escuchaba: “¡Viva el Belgrano!”

A mediados de marzo de 1982, el Crucero
ARA General Belgrano, con 44 años de funcionamiento y convertido en buque
insignia de la Flota de Mar, se encontraba en mantenimiento, luego de un largo
viaje, cuando le fue anunciado el alerta de la posible guerra con los ingleses.
A poco de que las tropas argentinas pisaran suelos malvinenses, el 16 de abril,
el buque zarpó hacia Islas de los Estados, en las aguas de Ushuaia, a fin de
defender la línea de la costa, vigilar los accesos desde el sur a la zona de
las islas e interceptar la flota enemiga de ser requerido. Mientras tanto, se
aceleraba el entrenamiento y prueba de artillería. No faltó tampoco un nuevo
atraque en puerto de Ushuaia y la asistencia, luego, de dos destructores y un
buque petrolero de YPF.
El primer día de mayo, el crucero se
encontraba rumbo a posiciones de guerra, pero en la mañana del 2 las órdenes
fueron cambiantes, llamando a tomar posición de espera, al sur de las islas,
fuera del área de exclusión declarada por Gran Bretaña. No obstante ello, el
gobierno inglés da órdenes al submarino atómico Conqueror de torpedear
y hundir el crucero General Belgrano. En su hundimiento, fallecieron 323
personas, casi la mitad del total de muertos argentinos en la guerra. El
Informe Rattenbach, en su último párrafo, indica: «Al Reino Unido, vencedor de
la contienda, le queda hoy el análisis desapasionado de su conducta durante el
conflicto (…) De este análisis surgirá, a no dudarlo, el hecho intrínsecamente
cruel por innecesario, cual fue el hundimiento del Crucero ARA General
Belgrano. Su responsabilidad por este acontecimiento, además de otros de menor
cuantía, es insoslayable».
En esta oportunidad, recordamos la fecha del
hundimiento del Crucero. General Belgranocon el comunicado que difundiera
la cancillería argentina, luego de conocerse la noticia, poniendo de manifiesto
una nueva violación del país colonialista de las resoluciones de las Naciones
Unidas.
Fuente: Diario La Nación, martes 4 de mayo de 1982,
pág. 1, en info.

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