jueves, 2 de agosto de 2018

Recordamos a Celedonio Flores

Celedonio Flores
Nombre real: Flores, Celedonio Esteban. Seudónimo/s: El Negro Cele.Poeta y letrista
(3 agosto 1896 - 28 julio 1947) Lugar de nacimiento: Buenos Aires Argentina.
Nació en Buenos Aires, en el barrio de Villa Crespo, en el que convivían criollos e inmigrantes de diferentes orígenes. En ese activo foco de cultura popular transcurrió su infancia y su adolescencia, convirtiéndose en los años 20 en poeta y letrista de gran popularidad. Sus tangos, muchas veces sentenciosos y moralizantes, con magistrales descripciones de sus personajes, recurrían abundantemente al lunfardo, el argot local. Como en el caso de otros célebres letristas, Flores fue, al mismo tiempo, poeta culto y popular. De hábitos bohemios, fue también boxeador. Su mejor etapa creativa abarcó hasta los primeros años 30, pero la vigencia de su obra se mantuvo.

En 1920, envió al diario Última hora, ya desaparecido, un poema denominado Por la pinta, por cuya publicación recibió 5 pesos. Pero su retribución resultó mucho mayor, porque esos versos interesaron a Carlos Gardel y a su compañero de dúo, José Razzano, que le pusieron música. Nació así “Margot”, un tango que caló hondo en la gente con su amarga crítica a la muchacha humilde y bonita que se afrancesa y pervierte para escapar a su destino de pobreza.

Gardel grabó 21 temas de Celedonio, y entre ellos uno de los mayores éxitos de toda su trayectoria: “Mano a mano”, tango en el que un varón salda cuentas con la mujer que amó y le ofrece su desinteresada ayuda para cuando ella sea «descolado mueble viejo». Entre los otros tangos que grabó sobresalen “El bulín de la calle Ayacucho”, “Malevito”, “Viejo smoking”, “Mala entraña”, “Canchero” y “Pan”. Este último contiene una descarnada crítica social, frente a la miseria que siguió a la crisis de 1930. Gardel se abstuvo por modestia de grabar uno de los mayores sucesos de Flores, “Corrientes y Esmeralda”, referencia a una famosa esquina de Buenos Aires, porque la letra aludía a mujeres que soñaban con su pinta.

Por razones comerciales, durante varios años Celedonio Flores escribió exclusivamente para Rosita Quiroga, una notable cantante de fuerte cuño arrabalero, que eludía todo refinamiento. Pero con el tiempo los tangos de Celedonio pasaron a ser baluartes en el repertorio de numerosos cantores, desde Ignacio Corsini y Alberto Gómez, hasta Edmundo Rivero y Julio Sosa.

Otras letras que aunaron valor y éxito fueron las de “Muchacho”, “Viejo coche”, “Sentencia” (un tema de protesta), “Atenti pebeta” (de corte humorístico), “Pobre gallo bataraz”, “Si se salva el pibe” y “Por qué canto así”. “La musa mistonga”, registrado por Quiroga el 1 de marzo de 1926, fue la primera grabación que utilizó el sistema fonoeléctrico en la Argentina.

Cuando murió, llevaba ya cuatro años la imposición de una férrea censura gubernamental sobre las letras de tango, de las que se suprimía todo término lunfardo y cualquier referencia social o moral que no condijera con el integrismo que se buscaba imponer. Este ataque a la expresión popular había comenzado con el golpe militar filofascista del 4 de junio de 1943. La terrible deformación de que fueron objeto sus letras amargaron los últimos años de Celedonio. La censura fue desapareciendo después, pero él no vivió para verlo.

Cuando en un reportaje le preguntaron como creaba sus éxitos, respondió: «Busco un pedazo de vida, la vivo intensamente en mi interior, la tomo en serio y despacito, y con cuidado, y voy haciendo el verso. Como he vivido un poco, como he dado muchas vueltas, como conozco el ambiente canalla, tengo la pretensión de vivir mil personajes. No soy de los que creen que el tango cómico sea la expresión de lo que siente el pueblo; sabemos todos que el tango es triste, como toda la música de nuestra tierra».
Por Julio Nudler

Atenti pebeta!
Cuando estés en la vereda y te fiche un bacanazo,
vos hacete la chitrula y no te le deschavés;
que no manye que estás lista al primer tiro de lazo
y que por un par de leones bien planchados te perdés.

Cuando vengas para el centro, caminá junando el suelo,
arrastrando los fanguyos y arrimada a la pared,
como si ya no tuvieras ilusiones ni consuelo,
pues, si no, dicen los giles que te han echao a perder.

Si ves unos guantes patito, ¡rajales!;
a un par de polainas, ¡rajales también!
A esos sobretodos con catorce ojales
no les des bolilla, porque te perdés;
a esos bigotitos de catorce líneas
que en vez de bigote son un espinel...
¡atenti, pebeta!, seguí mi consejo:
yo soy zorro viejo y te quiero bien.

Abajate la pollera por donde nace el tobillo,dejate crecer el pelo y un buen rodete lucí,
comprate un corsé de fierro con remaches y tornillos
y dale el olivo al polvo, a la crema y al carmín. Tomá leche con vainillas o chocolate con churros,
aunque estés en el momento propiamente del vermut.
Después comprate un bufoso y, cachando al primer turro,
por amores contrariados le hacés perder la salud.

Música: Ciriaco Ortiz
Letra: Celedonio Flores

DICCIONARIO LUNFARDO
atenti: atención
pebeta: muchacha
bacanazo: adinerado en demasía, persona de méritos, renombre y vastas influencias
chitrula tonta, "mensa", mentecata
deschavés no te delates, no descubras
manye comprenda
junando mirando
fanguyos los tamangos, los tarros, los fangushes, los zapatos
rajales escapate
bolilla importancia
Abajate alargate
bufoso revólver

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