miércoles, 6 de mayo de 2020

7 de Mayo: Hoy se celebra el Día del Trabajador Gráfico Argentino

Hoy 7 de mayo, se celebra el Día del Trabajador Gráfico en conmemoración a un nuevo aniversario del nacimiento de Eva Duarte de Perón, ya que fue ella quien en junio de 1950 intervino para que se lograra la firma del primer convenio nacional, que en una de sus cláusulas establece esa fecha como el Día del Trabajador Gráfico.

El 17 de junio de 1950, se firmó la primera convención colectiva nacional para todos los trabajadores de la industria gráfica de la Argentina (sectores Obra y Diarios). La gestión estaba muy trabada y al borde de la parálisis.
Pero sumado al empuje del gremio, fue por un especial interés manifestado por Eva Perón, que los trabajadores gráficos pudieron contar con el valioso instrumento que implica un convenio colectivo de carácter nacional, válido para todos los sindicatos gráficos del país.

Hasta ese entonces, los convenios eran de carácter local, se discutían por empresa o por ciudad y muy pocos tenían un alcance regional.

Una de las cláusulas de ese primer convenio, la número 12, estableció el día 7 de mayo como el Día del Trabajador Gráfico.
Un oficio con pasión y encanto que evolucionó junto a la imprenta

La conmemoración se remonta al primer convenio laboral que obtuvo el gremio en defensa de los derechos de estos trabajadores, hace 70 años. Fueron ellos quienes organizaron el primer sindicato en la historia del país: la Unión Tipográfica, creada en 1857.

Muchos dedicaron su vida a esta actividad y aún hoy llevan impresa la pasión, el orgullo y el amor del oficio. Tanto es así que lograron dar forma, desde la Asociación Civil de Jubilados y Pensionados Gráficos.

Todos fueron parte de diarios, revistas. libros y  en algún momento de sus trayectorias,  las anécdotas rondan la conversación evocando los mejores recuerdos, memorando días en que el trabajo era más manual que mecánico, más artesanal que tecnológico. Y ahí estaba el encanto.

Hay inventos que cambian la vida para siempre porque hacen al avance en el bienestar y el desarrollo intelectual de la humanidad. Uno de esos es el de la imprenta, ya que gracias a ella la difusión de la cultura alcanzó niveles hasta ese momento inimaginables, haciendo posible el acceso al conocimiento y la información a grandes masas de población.

En los museos se puede percibir el funcionamiento de cada una de las máquinas, su mecánica y hasta palpar las mínimas letras de acero que eran transferidas al papel tras varios pasos previos.

Algunos empezaron como canillitas, más adelante  pasaron a la gráfica y también trabajaron como tipógrafos en diarios o impresoras por muchos años. A veces sus hijos heredaban el oficio por propia elección Nos cuentan que algunos  copiaron  el modelo del teclado de la linotipo en una madera para memorizarlo, lo tenía en su casa y así lo aprendieron. Esa máquina de composición mecánica va a cumplir 100 años y fue una de las grandes revolucionarias de la industria gráfica. Es la vedette de los museos.

Antes de ella lo que utilizaban era el llamado componedor tipográfico, que demandaba aún más trabajo, concentración y dedicación. A la hora de formar el texto, se utilizaba esta herramienta de metal donde se insertaba letra por letra, o tipo por tipo como las llaman, manualmente hasta formar la línea entera, así, una tras otra. Eso se colocaba luego en la base denominada galera o rama y de ahí pasaba a impresión. En la exposición se puede percibir todo esto y además la gran cajonera con pequeños apartados donde se guardan las tipografías mínimas. Mayúsculas, minúsculas, cursivas, números y todas las opciones necesarias. Se imprimía, corregía y cada letra regresaba rápidamente a su cubículo para volver a ser usada.

Se pueden observar las impresoras que se utilizaban, aunque había de diferentes tamaños y capacidades. Esa data de 1880 aproximadamente, según se indica.

Por aquellos tiempos  no solamente ejercían el oficio del arte gráfico, sino que también eran mecánicos, electricistas y lo que se necesitara, ya que si alguna máquina sufría un desperfecto se ocupaban con sus propias manos de repararlas.

Para los antiguos gráficos antes era mejor. Sus experiencias cuentan que los talleres estaban abiertos al público, la gente entraba y veía cómo se desempeñaban, querían enterarse de las novedades antes de la publicación y hasta compartían mates. También, al tener que trabajar durante toda la noche, podían agregar a último momento si surgía alguna información en ese período. Por ejemplo, cuando había elecciones o votaciones importantes tanto en el Congreso de la Nación como en el Concejo Deliberante local esperaban hasta que terminaran.

Cabe destacar una particularidad del oficio, primero que por convenio podían trabajar solamente seis horas aunque siempre hacían extras. Pero además los empleadores tenían la obligación por decreto de suministrar un litro de leche diario a todo trabajador abocado al bronceado, máquina aerograph industrial, estereotipia, fundición de metales, tipografía y linotipos, en defensa de la salud del obrero. Con humor, estos apasionados contaron que ellos preferían cambiarlo por un kilo de yerba para el mate. Y a la vista está que su salud no fue afectada, por el contrario.

Evolución imparable

La industria gráfica no para de crecer. Se trata de un rubro que sigue experimentando un crecimiento en términos de producción, inversiones, tecnología y productividad.

Desde la producción manual a la mecánica, hasta la llegada de la era digital, láser e informática. Estos métodos cambiaron la forma de desempeñarse del gráfico. Ni mejor ni peor. Distinto.

Algunos dicen que la tendencia es que la ola gigante de internet lleve al desvanecimiento del papel. Sin embargo, los diarios, libros, folletería, tapas de discos, panfletos, fotos, talonarios y hasta el dinero necesitarán siempre del trabajador gráfico.
Feliz día a todos los trabajadores gráficos!!!

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